Vinos de Jerez y Manzanilla de Sanlúcar
Los Vinos de Jerez y la Manzanilla de Sanlúcar son uno de los grandes vinos del mundo, así reconocidos por consumidores y expertos. Su tradicional y singular proceso de elaboración y crianza (criaderas y soleras) junto a su rica, larga y brillante historia, les hacen ser sinónimos de calidad, buen hacer y prestigio. La crianza biológica u oxidativa de los mismos les confiere una indiscutible personalidad en sus distintos aromas, sensaciones y posibilidades que ofrecen.
Por su parte, el ‘cabeceo’ con vinos dulces naturales da como resultado que vinos originalmente secos, como los finos, amontillados u olorosos, adquieran diversos grados de dulzor. Tanto los vinos de Jerez como la Manzanilla de Sanlúcar cuentan con sendas Denominaciones de Origen reconocidas en todo el mundo. Con carácter general, existen los siguientes tipos de Vinos de Jerez:
Vinos generosos
Los vinos generosos son vinos secos. Su proceso de elaboración incluye una fermentación completa de los mostos al final del cual se produce la aparición del velo de flor. La decisión del bodeguero de fortificar el vino base a 15º o bien por encima de 17º de alcohol va a denominar el tipo de crianza a la que va a someterse el vino posteriormente. A partir de ahí surgen los distintos tipos de Vinos de Jerez.
Vinos generosos de licor
Son vinos obtenidos mediante la práctica tradicional de cabeceos o combinaciones, a partir de Vinos Generosos con Vinos Dulces Naturales o, en determinados casos, con mosto concentrado. Se trata de vinos con distintos grados de dulzor, pero siempre con un contenido en azúcares superior a 5 gramos por litro.
Dependiendo de los vinos generosos utilizados como base y de los niveles de dulzor finales del cabeceo, se distinguen los siguientes tipos de Vino de Jerez Generosos de Licor: pale cream, medium y cream.
Vinos dulces naturales
Los vinos dulces naturales son los obtenidos a partir de mosto procedentes de uva muy madura o soleada, generalmente de las variedades de Pedro Ximénez o Moscatel.